El lago Jökulsárlón es el mayor y más conocido lago glaciar de Islandia. Se encuentra ubicado en el sureste del país y se caracteriza por contar con un gran número de icebergs procedentes de su vecino glaciar Vatnajökull. Se trata de uno de los rincones más mágicos, no de Islandia, sino de todo el mundo. Para llegar hasta el lago hay que recorrer extensos desiertos de lava solidificada, lo que da al trayecto un interés especial.
El lago ofrece la posibilidad de ver a los icebergs flotando, así como a las focas sobre ellos o nadando alrededor. Una experiencia única para realizar a bordo de los barcos que suele haber en la zona para ofrecer rutas a turistas.
Se puede realizar un paseo por la Laguna con unos botes anfibios, también con lanchas zodiac. Los anfibios no tienen un horario fijo por lo que la mayoría de las veces esperan a tener un número determinado de viajeros o esperan hasta la llegada de algún autocar de turistas, sin embargo, las zodiacs tienen salidas mucho más frecuentes. Además, el paseo con la zodiac tiene la ventaja de que permite acercarte mucho más a los icebergs.
Otra de las posibilidades que ofrece el lago Jökulsárlón es visitar la playa de arena negra del lago. Es allí donde van a parar los restos de los icebergs, los cuales llegan hasta la misma orilla del mar. La imagen que ofrecen los enormes trozos de hielo posados sobre una arena de un color negro profundo es una de las imágenes más impactantes de las muchas que el turista se lleva de esta visita.
En este lugar se han rodado escenas de multitud de películas, como por ejemplo James Bond o Tomb Raider. Sin embargo, no te conformes con ver este espectacular paraje en el cine, lo mejor es que lo veas por ti mismo.