Tras la muerte del famoso Stephen Hawkins se publicó en una revista científica sobre física un estudio basado en la teoría de cuerdas que hizo junto con otro científico llamado Thomas Hertog. En este estudio afirmaban que el universo es mucho menos complejo de lo que parece y podría ser incluso finito, no como las teorías que se han planteado hasta ahora.
Esta nueva teoría afirma que tras el Big Bang, el universo sufrió un periodo de crecimiento exponencial; crecimiento que hoy en día se ha ralentizado hasta el punto de detenerse en algunos lugares en concreto, más bien como un punto muerto de masa quieta; y gracias a que esta expansión se ha detenido, ha sido posible la creación de estrellas, planetas, asteroides y todo aquello que podemos ver en nuestro universo observable.
En la teoría de cuerdas se afirma además que la materia está formada por cuerdas diminutas y vibrantes. Dentro de esta teoría existe un principio llamado holográfico, el cual puede describir el volumen de un espacio en un límite de dimensión inferior. De aquí podemos decir que el universo es una especie de holograma que se puede representar en dos dimensiones en una superficie. Gracias a este concepto, tanto Hawkins como Hertog pudieron probar su teoría sin necesidad de depender de la teoría de la relatividad general.
Si hay algo seguro es que conocemos muy poco del universo que nos rodea y que lo que creemos que es cierto e irrefutable ahora, puede no serlo dentro de unos algunos años. Es por eso por lo que cada teoría que puede resultar válida debe investigarse a fondo, no debemos dejar ningún campo sin estudiar. Y si otros científicos pueden demostrar esta teoría, puede que pronto se estudie esto en lugar de la teoría del universo infinito.